Artículo de Mauricio José Schwarz sobre el 12 de octubre

Después de ver montones de comentarios relativos a la fecha de hoy 12 de octubre, lógicamente unos a favor y otros en contra, he descubierto por casualidad este vídeo del escritor mexicano Mauricio José Schwarz. La verdad, me ha gustado. Vale la pena escucharlo durante 5:33 minutos. Ese es el camino. De escucha obligada para todos.
Empieza diciéndonos que no estamos en 1492 y que es una lástima que haya que estar recordándoselo constantemente a la gente tanto en América Latina como en España, quienes vivimos hoy tanto en América Latina como en España no somos los mismos que vivían en 1492, ni los españoles de hoy conquistaron absolutamente nada ni los latinoamericanos de hoy fueron conquistados absolutamente por nadie, de hecho, los latinoamericanos de hoy son descendientes de los conquistadores y de los conquistados pero los españoles de hoy ni siquiera somos descendientes de los conquistadores (algunos quizás sí, pero muy pocos, esto lo digo yo, no Mauricio) ya que los españoles de hoy somos descendientes de los que se quedaron en casa mientras otros se fueron a buscar fortuna. Afortunadamente, los latinoamericanos de hoy no son los indígenas que mantenían imperios sanguinarios como el Maya, el Azteca o el Inca que hoy se nos venden como si fueran el súmmum de la paz, la bondad, la visión ecológica del zen y no era así, eran imperios profundamente sanguinarios cuyas creencias religiosas en el caso de los aztecas les obligan no sólo a exigir bienes materiales a las otras tribus a las que dominaban sino que además les exigían esclavos para sus sacrificios rituales porque si no había sacrificios humanos el Sol iba a dejar de salir. Los españoles de hoy no pueden asumir las culpas de las barbaridades que se cometieron hace más de quinientos años pero los latinoamericanos tampoco pueden estar considerándose como víctimas, que no son, de una conquista que ya fue. Dice Mauricio, que oír todavía en México a gente diciendo: «Nos conquistaron» le revela la enorme incapacidad de entender las dimensiones de la Historia que tienen algunos como le pasa en España cuando escucha a otros decir: «Nosotros depredamos América Latina», pues no, ambos se equivocan. Entre quienes celebran y exaltan la barbarie y entre quienes celebran y exaltan la victimización de quiénes hoy viven en América Latina, cometemos un error gravísimo y es el de no analizar las cosas en su profundidad histórica. Tenemos que tener una visión histórica, una dimensión, que no se limite a buscar a quién echar la culpa en el pasado, porque, precisamente esa es la característica fundamental de quién no quiere comprometerse con el futuro. Antes de discutir si tiramos la estatua de Colón o le pintamos las manos de rojo como se solía hacer en las manifestaciones en México como si hubiese una maldad intrínseca en Colón. Si antes de sentirnos víctimas porque nos conquistaron o de sentir que tenemos la necesidad de ir a salvar a los indígenas siempre yendo unos días de cooperante en plan de turismo político estamos perdiendo de vista que las soluciones no vienen del pasado ni de suponer que el pasado es el presente. Nuestra cultura es la cultura de la Ilustración que lucha contra la barbarie que hubo en el pasado en TODAS las naciones (eso lo pongo yo en mayúsculas) y en TODOS los pueblos. Los primeros que se oponen a la barbarie son los pensadores ilustrados y seguimos en esa lucha. Seguimos sin conseguir que la barbarie termine aunque hemos logrado avances nada despreciables pero compartimos esa cultura y deberíamos compartir los objetivos, las luchas y los sueños de esa cultura más que estar mirando el retrovisor.
Cuenta Mariano, que durante una conferencia con motivo del 50 aniversario de la Segunda Guerra Mundial en 1989, él tenía una compañera periodista alemana, en México, que trabajaba en el periódico Excelsior y que pidió escribir un artículo titulado «No fuimos nosotros, no tenemos la culpa» porque a ella como alemana, había gente que la acusaba de las atrocidades nazis que se habían cometido entre 1933 y 1945, ella había nacido en 1955, y sin embargo tenía que soportar que la identificaran con Hitler, con Goebbels, con Rohm, con Himmler… somos tan tontos de no darnos cuenta que la historia avanza, que no somos los de ayer y que no podemos construir el futuro con las ideas de ayer y con las culpas de los que ya no están aquí. Espera que lo aprendamos muy pronto y que el 12 de octubre deje de ser una maldición insoportable.

Cada año vuelve la irracionalidad de los que se creen conquistadores arrepentidos y los que se ven como vasallos conquistados.