Navidad

EL SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD

El significado de la Navidad
La Navidad para mi es una de las fiestas más importantes de año, si no la que más.
Siempre me gusta celebrarla, aunque despierta sentimientos encontrados, unos de felicidad, los más, y otros de disgusto. De felicidad porque en Navidad recibo una paga extra que en estos tiempos de crisis viene fenomenal, porque tengo diecisiete o dieciocho días de vacaciones pagadas en los que no hay que ir a trabajar y te puedes levantar un poquito más tarde, porque puedo irme de cañitas con los colegas todos los días, tomarme unas copas por la noche sin las prisas de tener que madrugar; porque tengo más tiempo para disfrutar de mi familia; porque mi churri vuelve a casa por Navidad como ‘El Almendro’; porque me olvido de la moderación en el comer y el beber ¡y me paso! pero comparto con los amigos y la familia unas magníficas comidas y cenas, en las que lo de menos es la comida en sí y lo que más es la amistad, el compañerismo, el cariño, la charla animada, la copita de cava, la sidrina, el chupito, el cubatilla, el turrón, el mazapán…¡la fiesta! Las salidas al Boulevard después de la cena de Nochebuena, las congas en casa de los abuelos, los villancicos, la comida con mis amigos de toda la vida, las rondas con los amigos de El Cerro…
¡¡¡La ilusión de que me toque El Gordo!!! Los niños del colegio de San Ildefonso con su cantinela de números y premios, el belén en el colegio y en las casas, la decoración navideña, el árbol…
Pero… la Navidad también me trae momentos amargos, se echa mucho en falta a los seres queridos que se fueron para siempre… abuelos, tíos, primos, amigos… Este año será especialmente duro porque falta mi padre.
También la Navidad es un agobio de gente. Gente, gente, gente… por todas partes ¡todo lleno! Tiendas de ropa, tiendas de regalos… bares, restaurantes, cafeterías, pizzerías, estancos, administraciones de lotería… ¡colas, colas y colas! para pagar en la tienda, para pagar en el súper, para coger lotería…
¡Gastos, gastos, gastos…! El mes que más cobramos y el mes que más gastamos. El comienzo de la cuesta de enero.
¡Comer, comer, comer! Comer como bestias y luego cuando ya no hay solución, maldecir el haber cogido unos kilitos.
¡Beber, beber, beber! Beber sin control y sin mesura y ver las calles llenas de vidrios rotos, de vomitonas y de borrachos… ¡y borrachas! Que con esto de la igualdad también las chicas saben beber.
En fin, con sus luces y sus sombras, no dejan de ser unas fiestas entrañables en las que los que somos cristianos festejamos el nacimiento y la llegada de Jesús a la tierra, ese Jesús que para millones de personas en todo el mundo representa nuestro sustento espiritual y donde desembocan nuestra fe y nuestras alegrías, tristezas, agradecimientos, peticiones y… hasta culpas.
Celebramos a Jesús que es el más fiel representante de la nobleza, la sencillez, la sabiduría y el sacrificio y es quien posee en su plenitud el maravilloso don de amar y de perdonar. A Él, por Él y para Él es la Navidad.

Un abrazo a todos mis amigos facebookeros.
Joaqui

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